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Se realizaron al menos 84 operativos para evitar el tráfico de especies y 192 de inspección y vigilancia en materia de recursos naturales

Profepa decomisó cerca de 11 mil productos de vida silvestre en 2019

En lo que va del año, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha asegurado cerca de 11 mil productos de vida silvestre, de los cuales 109 son ejemplares de flora y 28 de fauna, algunos de ellos en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la NOM 059.

La denuncia ciudadana es fundamental para detener y castigar este delito

Para combatir el tráfico ilegal de vida silvestre, la Profepa realiza operativos de inspección y vigilancia en todos los eslabones de la cadena desde la extracción, transporte, acopio y comercialización, todo ello en coordinación con diferentes instituciones como la Procuraduría General de la República, Policía Federal, Policía Federal Ministerial, además de policías estatales y municipales.

Este año ha desplegado más de 84 operativos solo para tráfico ilegal de especies en distintos puntos del país y mantiene vigilancia constante en al menos 93 Áreas Naturales Protegidas. También ha efectuado 1,687 inspecciones y verificaciones, así como 192 operativos de inspección y vigilancia en materia de recursos naturales.

Cabe destacar que entre los meses de marzo y abril, el organismo dependiente de la Semarnat, en coordinación con la Policía Federal, decomisó 526 loros valorizados en 10 mil dólares, en un filtro de revisión instalado en la caseta de Chalco.

Una de los recursos fundamentales ha sido la denuncia ciudadana, que ha permitido a esta instancia federal rescatar y liberar en su hábitat ejemplares de distintas especies entre aves, reptiles y mamíferos como el zorro gris, aguililla cola roja, mono aullador, iguana verde y lechuza de campanario, entre otros.

Por otra parte, México forma parte de los cinco países megadiversos del mundo. Posee entre el 10 y 12% de las especies biológicas del planeta, ocupa el primer lugar en reptiles, segundo en mamíferos, tercero en plantas, cuarto en anfibios y décimo en aves. Alrededor del 50% de las plantas son endémicas, y una proporción similar la tenemos en reptiles y anfibios.

Sin embargo, estas peculiaridades han hecho atractivo al territorio nacional para el comercio ilícito de vida silvestre, por lo que la Profepa mantiene una estrecha colaboración a nivel internacional y trabaja activamente en las operaciones organizadas por la Interpol y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

A continuación se enlistan algunas de las especies más traficadas:

Una de los recursos fundamentales ha sido la denuncia ciudadana, que ha permitido a esta instancia federal rescatar y liberar en su hábitat ejemplares de distintas especies entre aves, reptiles y mamíferos

  • Monos: mono araña, mono aullador y mono aullador negro.
  • Felinos: jaguar, ocelote, tigrillo, jaguarundi, puma y gato montés.
  • Psitácidos: 22 especies, entre ellas la guacamaya roja, guacamaya verde, loro cabeza amarilla, entre otros
  • Reptiles: 443 especies, como las lagartijas arborícolas, iguanas, tortugas casquito, cocodrilos, lagartija turipaches, monstruo de gila, serpientes de cascabel, entre otros.
  • Aves rapaces: águila real, halcón de Harris, halcón cola roja, gavilán tirano.
  • Peces de agua dulce: del género Cyrpinodon o cachorritos.
  • Especies marinas: pez totoaba, pepino de mar, caballito de mar, corales, pez clarión.
  • Plantas: orquídeas, peyote, palmas, sotol, biznaga barril.
  • Maderas: dalbergias (granadillo, palo de rosa, cocobolo), cedro y pino.

Asimismo, el marco legal vigente permite una mayor participación de la Profepa en la defensa de la flora y fauna silvestre, pues se le reconoce como representante legal de la sociedad para exigir la reparación de los daños ocasionados por conductas que afecten el medio ambiente.

Además, la inclusión del delito de tráfico de vida silvestre en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada contribuye a darle mayor relevancia a este delito y otorga la posibilidad de agravar la pena que se imponga, y permite la investigación no solamente de las conductas delictivas de manera aislada, sino también sobre la red de vínculos y estrategias utilizadas para la comisión de los mismos.

Finalmente, es importante reiterar la importancia de la participación ciudadana para denunciar y combatir el tráfico ilegal, y de esta forma fortalecer los actos de gobierno.