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Opera 63 observatorios distribuidos en el país y 32 estaciones en el Valle de México; colabora con otras instituciones para recibir datos de 174 estaciones, algunas de Guatemala, EU y Costa Rica, dijo Xyoli Pérez, jefa del SSN, adscrito al Instituto de Geofísica de la UNAM

Rigor científico y respuesta inmediata del Servicio Sismológico Nacional de la UNAM, en sismos de 2017

El rigor científico, la detección precisa de datos en múltiples rincones del país y la capacidad de respuesta inmediata han hecho del Servicio Sismológico Nacional (SSN) un protagonista fundamental cada vez que tiembla nuestro suelo.

Adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, opera actualmente 63 observatorios sismológicos distribuidos en todo el país y 32 estaciones en el Valle de México. Además, colabora con otras instituciones para recibir datos de 174 estaciones, entre ellas algunas de Guatemala, Estados Unidos (Texas y California) y Costa Rica, afirmó Xyoli Pérez Campos, jefa del SSN.

El Centro Alterno de Monitoreo en Pachuca, Hidalgo, estará listo en 2020 para ampliar y mejorar la detección y análisis de datos desde otro punto de nuestro territorio, afirmó Hugo Delgado, director del IGf

Desde hace un año se trabaja para fortalecer la Red Sísmica Mexicana con 54 observatorios nuevos, que aumentarán la cobertura actual y generarán datos para regiones en donde actualmente hay pocas estaciones, como el centro-noroeste del país, detalló la investigadora, acompañada de algunos de sus colaboradores.

“Sin embargo, con 174 estaciones estamos aún lejos de Tokio, pues la capital de Japón, con una extensión territorial mucho menor, suma más de 900 estaciones sísmicas”, comentó el director del IGf, Hugo Delgado Granados.

En conferencia de medios en el Centro de Monitoreo del SSN, en un edificio construido en 2015 junto al IGf, dentro de Ciudad Universitaria, Pérez Campos señaló que el Sismológico tiene 108 años de operación (desde 1829 adscrito a la Universidad Nacional), en los que ha acumulado un registro de más de 147 mil sismos con epicentros en México, cuatro de ellos mayores a 8.0.

El primero ocurrió el 3 de junio de 1932, en las costas de Jalisco y Colima; y el más reciente fue el del 7 de septiembre de 2017, en el Golfo de Tehuantepec. Ambos de 8.2.

Sismos de septiembre de 2017

Los sismos de septiembre del año pasado dejaron lecciones para los científicos mexicanos. Por ejemplo, el del día 7 significó un hito en la sismología del país al ser el más grande registrado y con mayor número de datos.

“Esto brindó un gran acervo de insumos para la investigación, que contribuirán a entender mejor estos fenómenos, sobre todo para la región sureste del país, ante las más de 27 mil réplicas que ha presentado”, señaló Pérez Campos.

Respecto al sismo del 19 de septiembre de 2017, la jefa del SSN reiteró que fue una coincidencia su ocurrencia el mismo día que el de 1985. “Aunque fue de una magnitud menor, ocurrió muy cerca de la Ciudad de México, especialmente afectada por el de 32 años antes”.

Centro Alterno de Monitoreo en Pachuca

Con 54 observatorios nuevos crecerá la Red Sísmica Mexicana para fortalecer la cobertura actual

Delgado Granados adelantó que este año se pondrá la primera piedra del Centro Alterno de Monitoreo del SSN en Pachuca, Hidalgo. Se trata de un “espejo” del actual Centro de Monitoreo (que opera en la capital del país), que servirá en caso de daños en la CdMx, además de que contará con personal e infraestructura para robustecer los análisis. “Entre más amplios y profundos sean los datos de lo ocurrido, mejor conoceremos el fenómeno”.

Finalmente, Pérez Campos aclaró que aunque se incrementa la cobertura y la detección de sismos con una mejor red de estaciones, no se pueden predecir los temblores, “así que siempre tenemos que estar preparados”.