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Desarrollan sus Protocolos Comunitarios Biculturales para fortalecer la conservación y utilización sustentable de los recursos genéticos y los conocimientos tradicionales asociados a éstos

Trabajan con comunidades indígenas para la implementación del protocolo de Nagoya

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a través de la subsecretaría de Fomento y Normatividad Ambiental, trabaja con cinco comunidades indígenas y tres locales para fortalecer la implementación nacional del Protocolo de Nagoya.

Se les apoya en el proceso de facilitación y asesoría para que cada localidad desarrolle su Protocolo Comunitario Bicultural (PCB), en donde son los pueblos indígenas y las comunidades locales quienes definen los mecanismos de protección, gestión y uso sustentable de sus recursos genéticos y sus conocimientos tradicionales asociados a éstos, así como los esquemas de distribución de beneficios que potencialmente resulten de su utilización.

Dichos Protocolos son parte del proyecto que financia el Fondo Mundial de Medio Ambiente con la implementación y administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

Hoy cuentan con su PCB las comunidades de Ek Balam, en Yucatán; San José de los Laureles, en Morelos; Isla Yunuen, en Michoacán; Calpulálpam de Méndez, en Oaxaca; Punta Chueca y Desemboque, en Sonora, pertenecientes a los pueblos Maya, Náhuatl, Purépecha, Zapoteca y Seri, respectivamente; así como en las comunidades locales del Ejido Charape La Joya, en Querétaro; y de Mesón Viejo y Chiltepec de Hidalgo, en el Estado de México.

Los PBC son un elemento del proyecto dirigido a la creación de capacidades en los sectores relacionados con la conservación, la investigación y la utilización de los recursos genéticos mexicanos. Así mismo, se ha capacitado a 676 personas con miras a la implementación nacional del Protocolo de Nagoya, entre ellos 400 funcionarios de las Delegaciones Federales de SEMARNAT, SAGARPA, CONANP, CDI e IMPI de la Región Sur, Noreste, Noroeste y Centro, en los estados de Yucatán, Jalisco, Guanajuato, y la Ciudad de México. Además, se capacitó a 120 investigadores y científicos de las redes CONACYT sobre la implementación del Protocolo de Nagoya y su esquema simplificado para las actividades de investigación.

Este proyecto recibió financiamiento del Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) por 2.5 millones de dólares a eje

Este proyecto recibió financiamiento del Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés) por 2.5 millones de dólares a ejercerse en 36 meses a partir del primer trimestre de 2017

rcerse en 36 meses a partir del primer trimestre de 2017. La agencia implementadora y administradora de estos fondos es el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Su implementación coadyuva al cumplimiento de distintos compromisos internacionales, incluyendo el Plan Estratégico 2011-2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica, en especial la Meta 16 de Aichi, así como las metas 2.5 y 15.6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.