La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Calidad del Aire, alerta a las y los capitalinos sobre el daño que provoca la quema de pirotecnia, debido a que es la principal generadora de contingencias ambientales atmosféricas en época invernal.

Sergio Zirath Hernández, Director General de Calidad del Aire, explicó que “la quema de juegos pirotécnicos que se utilizan en las festividades de Navidad y Año Nuevo, así como las fogatas que se prenden en esas mismas fechas, son las principales causas de alcanzar elevadas concentraciones de contaminantes y, como consecuencia a ello, decretar la aplicación de contingencias ambientales atmosféricas”.

Zirath Hernández comentó que los datos del monitoreo de la calidad del aire muestran que las concentraciones de partículas se incrementan gradualmente a lo largo de la noche del 24 de diciembre y la madrugada del 25 del mismo mes, alcanzado concentraciones extraordinariamente altas, mismas que ponen en riesgo la salud de las personas que están expuestas a las mismas y, a pesar que la quema de cohetes concluye alrededor de las cinco de la mañana, las altas concentraciones de partículas permanecen en el aire por varias horas, debiendo aplicarse el protocolo de contingencia ambiental para invitar a la población a no hacer actividades al aire libre para evitar su exposición al aire contaminado. Esta misma situación se presenta en la noche en año nuevo.

Recalcó la importancia que tiene la participación ciudadana, toda vez que si evitamos quemar cohetes aseguraremos no aplicar contingencia ambiental atmosférica, evitaremos la posiblidad de tener un accidente que afecte nuestros dedos o manos y no se generarán ruidos intensos que alteren la tranquilidad de nuestros animales de compañía.

Por lo anterior, como parte de las acciones que se realizan para mejorar la calidad del aire en la temporada de invierno, esta Secretaría lleva a cabo una campaña de concientización para que las personas no quemen pirotecnia y no enciendan fogatas, con la finalidad de evitar afectar la calidad del aire que todas y todos respiramos.