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El santuario alberga animales con historias profundamente dolorosas: monos electrocutados por cables eléctricos, atropellados, huérfanos, víctimas del mercado ilegal o heridos por cazadores

Santuario que requiere ayuda en la Selva Lacandona

En lo profundo de la selva chiapaneca, la vida silvestre resiste de la mano de un grupo de personas que han decido tomar acción ante la pérdida de los ecosistemas.

Chiapas ocupa el sexto lugar a nivel nacional en deforestación, de acuerdo a Protección Civil, tan solo en 2023, el estado perdió más de 30 mil hectáreas de cobertura arbórea, de acuerdo con reportes locales, lo afecta profundamente a la fauna.

Santuario que requiere ayuda en la Selva Lacandona
A diario, los recintos deben limpiarse y desinfectarse

Así nació Los Susurros, un santuario de rescate, rehabilitación y liberación de fauna silvestre, especialmente enfocado en los monos mexicanos, especie cada vez más amenazada por el avance de los asentamientos humanos, la ganadería, la agricultura extensiva y los megaproyectos.

“Cada año desaparecen millones de hectáreas de selva en el planeta, y con ellas, miles de vidas”, explica Adriana, fundadora del santuario, quien encabeza este esfuerzo en la búsqueda de financiamiento colectivo para el hogar de estas especies a través de GoFundMe.

El santuario alberga animales con historias profundamente dolorosas: monos electrocutados por cables eléctricos, atropellados, huérfanos, víctimas del mercado ilegal o heridos por cazadores. Algunos llegan siendo apenas crías, como un pequeño mico de noche rescatado aún con su cordón umbilical. Otros llegan tras años de encierro o maltrato, marcados física y emocionalmente por el contacto humano forzado.

“Estos animales aún luchan por vivir, aún confían, y por ellos vale la pena cada esfuerzo. Nuestro equipo dedica su vida entera a estos seres, ofreciendo tiempo, energía y corazón para restaurar lo que otros les han quitado”, asegura Adriana.

El rescate y la rehabilitación implican atención médica especializada, alimentación balanceada y constante enriquecimiento ambiental, además de cuidados intensivos para los más pequeños, que dependen de leche de fórmula, protección constante y contacto afectivo.

A diario, los recintos deben limpiarse y desinfectarse. El santuario requiere grandes cantidades de frutas, verduras, agua, electricidad y materiales de construcción, además de sueldos para los cuidadores y expertos que acompañan el proceso de sanación.

Cada contribución representa la posibilidad de que un animal reciba el tratamiento adecuado, se recupere y, con el tiempo, regrese a su verdadero hogar: la selva. Donar, compartir la colecta o alentar a estos activistas mediante algún mensaje, son formas de ayudar. Conoce en fotos a estos bellos animales y deja una aportación solidaria aquí: https://gofund.me/3d52a1bb