Los circos con animales, ya habían sido prohibidos en México, sin embargo, existen personas interesadas en continuar con la comercialización, con el dolor, sometimiento y esclavitud de los animales.

Sin duda, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) ya había lanzado una alarma sobre la extinción de especies provocada por la acción de los seres humanos al realizar prácticas como cacería y tráfico de especies, y sin duda los circos han estado ligados desde su origen al tráfico de especies, el daño provocado por esta práctica ancestral ha sido demoledora, por la pérdida y explotación de los animales.

Los cirqueros apelan a la tradición familiar del espectáculo, de la exaltación que se hace de los animales, sin embargo, detrás de todo, existe el interés de seguir con un estilo de explotación de comercialización de los animales de manera despiadada, porque al final los animales serán enjaulados y sometidos a los caprichos humanos, y por tanto obtener dividendos de los mismos.

Es preciso hablar claro y fuerte, los espectáculos con animales son a fin de cuentas una manera de esclavizar a los animales inocentes, para provocar risas humanas, sin medir, ni considerar el inmenso dolor que viven en su proceso de entrenamiento y cautiverio.

Es penoso que la legisladora federal, Eugenia Hernández, de extracción morenista haya abierto la puerta, a un debate que ya estaba rebasado y busque el retorno de los circos con animales, es como abrir la puerta al retroceso y la crueldad.

Los circos con animales, es abrir de nuevo la oficialización de un comercio cruel y despiadado de los animales, los cuales ya son considerados como seres sintientes y sujetos de consideración moral, esto por lo menos en la capital mexicana.

Es tiempo, de que los legisladores se den cuenta de que los animales, sean respetados y cuenten con el derecho a ser libres y terminar con la esclavitud animal.