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México, como decimosegundo país que más emisiones de gases de GEI aporta, debe implementar las políticas que ya estaban diseñadas para reducir emisiones

Urgen políticas para lograr una transición energética justa

Ante las recientes modificaciones de los criterios de otorgamiento de los Certificados de Energía Limpia, aunado a la cancelación de las subastas de energía y de la construcción de líneas transmisión, El Poder del Consumidor (EPC) exhorta al gobierno a que se lleven las acciones que permitan a México no desviarse de la meta de cumplimiento de la reducción de gases de efecto invernadero (GEI), establecidos en nuestra Ley General de Cambio Climático (LGCC).

Investigadores del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, (INECC) aseguraron que “México es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático, por sus características geográficas, condiciones socioeconómicas y su grado de susceptibilidad o incapacidad para enfrentar sus impactos.

[1] Como muestra de esta vulnerabilidad, de acuerdo a el INECC “entre 2001 y 2013, los afectados por los fenómenos meteorológicos se estiman alrededor de 2.5 millones de personas, mientras que los costos económicos sumaron 338.35 mil millones de pesos.”[2] 

Esto forma parte ya de los impactos del cambio climático, por lo que no se debe esperar a que ocurran  mayores aumentos de temperatura, como los proyectados para este siglo por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).

Los incrementos de temperatura que estamos actualmente padeciendo, como lo ha declarado el INECC, “han llevado hacia al aumento de ciclones de categoría 3 o más y sequías más severas que en conjunto han llegado a afectar al 90% del territorio.

[3] A lo que hay que añadir la pérdida de biodiversidad, junto con una disminución de la densidad nutricional de varios cultivos por la erosión y consecuente reducción de fertilidad de los suelos. 

México, como decimosegundo[4] país que más emisiones de gases de GEI aporta, debe implementar las políticas que ya estaban diseñadas para reducir emisiones y nos encaminaban hacia una transición energética.

De la administración actual, se espera que se realicen los esfuerzos necesarios para hacer de la urgente transición energética justa, alineada con la protección a los sectores más vulnerables tanto por su situación económica como por su ubicación geográfica en zonas de alto riesgo.

       La línea en negro son las emisiones históricas excluyendo a las absorciones forestales.
·       La línea en verde son las absorciones forestales.
·       La línea azul es la proyección de mitigación de acuerdo a las políticas actuales
·       La línea negra punteada corresponde a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) sin mayores exigencias de reducción de emisiones.
·       La línea punteada en rojo oscuro representa la referencia para el compromiso al 2020
·       El punto negro en la barra del 2020 es la meta compromiso para ese año
·       El cuadro negro en la barra del 2030 es la meta compromiso no condicionada
·       El cuadro blanco en la barra del 2030 es la meta compromiso condicionada a la ayuda internacional
·       La línea punteada naranja es la referencia que debe seguir la meta no condicionada al 2050.

Los esfuerzos para implementar esta transición energética se ven comprometidos al ampliar la capacidad de generación de electricidad a partir de combustibles fósiles.

Además, dicha ampliación va en contra del Acuerdo de París, del cual, a diferencia de lo que asegura la Secretaría de Energía,[5] somos parte obligada.

Aumentar la dependencia energética en combustibles fósiles nos encadena a utilizar por décadas infraestructura dedicada al gas, carbón y petróleo para poder abatir los enormes costos de inversión, operación y mantenimiento e incluso bajo los nuevos lineamientos se podrá considerar a la energía nuclear como energía limpia.

Lo anterior nos condena a quedar rezagados ante los cambios tecnológicos que se requieren globalmente para garantizar nuestra sobrevivencia. Bajo las nuevas decisiones en materia de política energética muy probablemente, impidan cumplir con la mitigación de emisiones a la que México está obligado por el Acuerdo de París.

Además, ello aumenta los riesgos a los que gran parte del territorio y la población están expuestos por el calentamiento global.

Es urgente no desviarse de la meta de cumplimiento de las metas de reducción de gases de efecto invernadero establecidos en nuestra Ley General de Cambio Climático (LGCC), donde se compromete a:

·       reducir el 50% de las emisiones al año 2050 con respecto a las emisiones de GEI del año 2000

·       reducir el 30% de las emisiones de GEI al año 2020 con respecto a las emisiones del año 2000

·       reducir el 22% de las emisiones al año 2030 con respecto a las emisiones del año 2013 de manera no condicionada

·       alcanzar un 36% de manera condicionada al apoyo internacional

·       alcanzar un pico de emisiones de GEI en 2026

·       alcanzar una tasa de deforestación cero al año 2030

Finamente, EPC hizo una invitación a que el gobierno de México haga mayores esfuerzos para incrementar la exigencia de reducción de emisiones puesto que, incluso cumpliendo con las metas condicionadas al 2030 del Acuerdo de París, no estaríamos en línea de poder cumplir con una trayectoria de incremento de temperatura media global de que no exceda los 2°C y 1.5°C.

1] México, entre los países más vulnerables ante cambio climáticohttps://www.gob.mx/inecc/prensa/mexico-entre-los-paises-mas-vulnerables-ante-cambio-climatico?idiom=es

[2] Ibid.

[3] Ibid.

[4] De acuerdo cálculos de la Unión de Científicos Comprometidos https://www.ucsusa.org/resources/each-countrys-share-co2-emissions

[5] Oficio 120/UAJ/3961/2019 Anexo II. Respuesta de SENER a comentarios en CONAMER.