La petición lanzada por la organización Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes, para que reubiquen a la elefanta Ely del Zoológico de Aragón hacia un santuario lleva más de 23 mil firmas, casi acercándose a las 25 mil que es la meta trazada por la plataforma Change.org

En la petición se afirma que como comunidad global, en nombre de la elefanta Ely “estamos solicitando a los funcionarios del Gobierno de México tomar las medidas necesarias para su retiro a un santuario”.

Entre los argumentos de la petición destacan que Ely es una Elefanta africana, que como muchos otros elefantes ha sufrido abuso, maltrato y explotación desde muy corta edad; durante 25 años en el Circo Hermanos Vázquez, y actualmente reside privada de su libertad por más de nueve años en el Zoológicos de San Juan de Aragón, en la Ciudad de México.

Asimismo, afirma que en el zoológico Ely compartió el recinto con Maggie, elefanta asiática, por poco más de tres años, hasta que Maggie fue sacrificada por problemas en sus pies, el mal que aqueja a la gran mayoría de estas criaturas cautivas. “No queremos que esto le ocurra a Ely”.

Explica que desde su llegada al zoológico Ely ha exhibido una larga lista de lesiones, infecciones y enfermedades, que incluye dermatitis ulcerosa agrietada; hiperqueratosis en la piel; uñas y plantas agrietadas; clara incomodidad en su pierna derecha debido una vieja fractura y una fístula en su mandíbula izquierda, provocada por el uso del gancho de manejo en el circo, entre otras dolencias. Su recinto, mayormente de concreto, intensifica los impactos negativos en su salud física ya que esto aumenta la presión y el estrés en sus articulaciones ya artríticas y en sus pies doloridos.

Eventualmente se ha observado a Ely comiendo sus propias heces y golpeando su cabeza con la trompa y contra los barrotes. Es humillante para ella el mantenerla solitaria y en las condiciones actuales. Los elefantes son especie reconocidamente social, individuos de manada, de familia con liderazgo matriarcal, por lo que tenerla en completa soledad no sólo es una falta a la ética más elemental, sino que afecta su bienestar, al impedírsele el desarrollo específico de sus habilidades naturales.

Si bien Ely sufre físicamente, es quizás la falta de estimulación mental y social lo que tiene más impacto. Ely manifiesta horas y horas de conductas estereotipadas. Estos comportamientos repetitivos llamado zoocosis, son el cerebro de Ely tratando de hacer frente a la  falta de estimulación mental, física, ambiental y social.

La zoocosis se ha relacionado con problemas en los sistemas endocrino inmunológico, como se ha demostrado en los estudios científicos más recientes.

Consecuencias neuronales del cautiverio en elefantes y cetáceos https://www.degruyter.com/document/doi/10.1515/revneuro-2021-0100/html

Lo mejor para Ely es tener en cuenta su estado de salud comparable a los elefantes que exhibieron un mismo perfil de salud física y mental en cautiverio y actualmente prosperan en los santuarios. Los cambios que estos gentiles gigantes presentan son una esperanza para Ely.

“No omitimos mencionar que, si bien en México han procurado hacer lo mejor posible por el bienestar de Ely, y aún proporcionándole los mejores cuidados disponibles; ningún espacio por grande que sea podrá cubrir sus necesidades reales. Es por ello que los instamos a unirse y liderar junto con otros países que han prohibido los elefantes en circos y/o zoológicos, estableciendo, con el caso de Ely, un precedente al permitir su retiro al santuario brindándole la oportunidad de disfrutar un ambiente de paz, restaurar su naturaleza en grandes espacios naturales, sanar de su enfermedad física y mental y renovar su espíritu con plenitud, junto con otros elefantes retirados”, agrega. .

Hay que recordar que la organización Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes junto con los abogados de Va por tus Derechos en meses pasados emitieron un Habeas Corpus, en los juzgados para poder lograr que este animal sea trasladado a un santuario.