Actualmente con el aislamiento de los seres humanos, debido a la contingencia del COVID-19, se presentó la aparición de animales en algunas ciudades en varias partes del mundo, lo que ha dado a los animales silvestres cierto grado de seguridad, pues ya no ven humanos en las calles, ni ruidos urbanos, ni autos que puedan provocarles miedo, comentó Berenice Portillo López, veterinaria especialista con experiencia en animales no convencionales y en el manejo de grandes felinos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

En entrevista con Prensa Animal la Médico Veterinario, explicó que “esta ausencia de personas en las calles, da cierto grado de confianza a los animales, por lo que se internan a caminar en algunas calles de ciudades pequeñas cercanas a su hábitat, de las cuales habían sido previamente desplazados a causa del crecimiento urbano”.

Esta ausencia de ruido provoca también en los animales curiosidad, es importante hacer énfasis, en que esto no es un comportamiento anormal en algunas especies de animales silvestres, pues hay que recordar que esos lugares eran sus espacios de libre tránsito, que fueron invadidos por los humanos que derrumbaron selvas y comenzaron a construir fraccionamientos, señalo Berenice Portillo López.

Es importante destacar, señaló la veterinaria, que en caso de que una persona se llegara a encontrar en la calle con algún animal silvestre depredador debe seguir algunos consejos para evitar lastimar o ser lastimado por éste.

Berenice Portillo, explicó que entre los animales más comunes que llegan incursionar a las ciudades son: grandes felinos, lobos, osos, esto dependiendo de la región del mundo.

Sostuvo que en términos generales cuando un animal de este tipo se encuentra con los humanos, su comportamiento es de sorpresa y por lo general el animal estará buscando un lugar de escape para huir de nosotros.

En caso de que el animal silvestre de tipo depredador nos encuentre en su camino y no salga huyendo, las personas deben mantener la calma, no gritar de miedo y no correr de ellos, ni contra ellos, enfatizó.

Dijo que es entonces que “debemos aparentar ser más grandes (alzar los brazos, caminar de puntas) emitir sonidos graves para representar que no somos sus presas, esto provocara que el animal piense dos veces en atacar, de esta manera ir buscando de manera lenta un lugar más seguro”.

Es importante destacar, añadió que no se deben emitir sonidos agudos porque eso sería interpretado por el depredador como un signo de debilidad, “como si nosotros fuéramos animales heridos y cachorros, susceptibles a ser una presa”.

No obstante, agregó que si el encuentro con el animal silvestre indicara que el ataque es eminente, se debe buscar un madero, piedra u otro objeto, con el cual uno se pueda defender.

Sin embargo, cuando el ataque es un hecho, la persona debe golpear en la nariz de manera contundente, pues es su zona más sensible, pero lo mejor es mantenerse alejados de ellos y nunca agredir al animal, si no es absolutamente en defensa, señaló la especialista.

La veterinaria, argumenta que lo más importante es mantener en los encuentros con animales silvestres depredadores, una distancia, no agredirlos, “pues estoy segura que los animales lo que buscarán es salir huyendo”.

Por otra parte, en el caso de un encuentro con animales silvestres no depredadores, como los venados, es mejor también hacerse a un lado, pues el hecho de no ser depredador no significa que no tenga formas de defenderse, “recuerden que estos animales al ser presas desarrollaron defensas, como patadas o mordidas dependiendo de la especie, entonces lo mejor es mantener distancia y dejarlos pasar”.

Es necesario recordar que estos animales son más temperamentales cuando son machos, están en celo o si son hembras cuando tienen crías, pues para ellos los humanos representamos una posible amenaza, destacó la veterinaria.

En el caso de los reptiles, es importante dejarlas pasar, no las tiene porque matar, la mayoría de las serpientes no son venenosas, por lo que es mejor no acercarse y dejarlas ir, expuso.

En el caso de las aves, se ha registrado el regreso de algunas de ellas debido a que el ambiente presentó una reducción de los niveles de contaminación en el ambiente.

Finalmente, la especialista dijo que los animales de todas las especies deben ser respetados y no tienen por estigmatizarlos ni mucho menos agredirlos.