Las comunicaciones que PEMEX ha manejado al respecto del derrame han sido imprecisas y, en ocasiones, contradictorias
PEMEX minimiza los impactos del derrame en el Golfo
PEMEX, la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA) y el propio presidente de la República han optado por minimizar y normalizar un derrame de hidrocarburos de grandes proporciones.
Las organizaciones firmantes vemos con suma preocupación esta intención de negar hechos irrefutables y desatender los impactos que este tipo de desastres tienen en los ecosistemas marinos y en las comunidades que viven a lo largo de la costa del Golfo.
Las comunicaciones que PEMEX ha manejado al respecto del derrame han sido imprecisas y, en ocasiones, contradictorias. Señalamos las siguientes ambigüedades e inconsistencias que deben ser aclaradas:
- Un derrame a principios de junio en Balam Tango Bravo, de aproximadamente 200 km² y potencialmente de crudo pesado, que las organizaciones mencionamos en nuestra primera comunicación, sigue sin haber sido explicado. Queda pendiente conocer sus características, cómo se gestionó y qué impactos ha tenido y tendrá.
- En la comunicación del 26 de julio relativa al derrame de Balam Tango Alpha, PEMEX afirmó que: i) el derrame inició el 3 de julio y ii) realizó el cierre de pozos 16 días después para reparar la fuga en su totalidad el derrame. ¿A qué se debió esta demora en el cierre de los pozos?
- El 18 de julio, PEMEX afirmó que la fuga estaba totalmente reparada, sin embargo las imágenes de los días 18 y 19 de julio muestran que la fuga seguía activa.
- PEMEX describe la mancha como «iridiscencia», con este término dan a entender que se trata meramente de un reflejo o fenómeno óptico, sin embargo la iridiscencia es evidencia de contaminación por hidrocarburos, con sus consecuencias correspondientes, como indican diversos documentos científicos.
- La escala de unidades para medir los espesores de las superficies afectadas por estos siniestros inicia en las milésimas de milímetro (micrómetro). PEMEX informó de un espesor de 1 mm y la imagen satelital muestra una mancha (incuestionable) de ~400 km², existe una inconsistencia en la información.
- El señalamiento de chapopoteras naturales surge como una conversación paralela que no tiene vinculación alguna con las denuncias que las organizaciones hemos hecho y con la fuga que la propia PEMEX ha admitido en sus instalaciones. Las chapopoteras mencionadas se encuentran a más de 20 km del punto de fuga y no justifican ningún tipo de vertido adicional por actividades extractivas.
- ¿Dónde está disponible la evidencia técnica que sustenta las afirmaciones de Pemex? Pemex ha proporcionado datos fuera de contexto que sólo han aportado confusión a la interpretación de la situación. Las organizaciones hemos aportado datos objetivos procedentes de imágenes satelitales y bibliografía científica, cuyo análisis coincide con los resultados publicados por el Instituto de Geografía de la UNAM en su comunicado del 22 de julio.
Siguen existiendo vacíos de información fundamentales para conocer los impactos y de mitigar el derrame, exigimos a la ASEA y a PEMEX responder, como es su obligación, a los siguientes cuestionamientos:
- ¿Qué impactos ambientales tienen los dos derrames que hemos señalado y comunicado? ¿Dónde está la evaluación de la ASEA sobre estos derrames, cuáles fueron las medidas de contención y las medidas de remediación, así como sus impactos a corto y mediano plazo?
- En tanto que no haya una mejor evidencia científica, consideramos irrefutable el área del vertido que alcanzó en su máximo punto 467 km2, queda pendiente conocer la magnitud de los impactos ambientales y sociales sobre esta área.
- ¿Cuál es la respuesta de ASEA ante las denuncias ciudadanas que dan cuenta de impactos claros para la población costera y el medio ambiente, por presencia de hidrocarburos en aguas someras y playa?
Con la intención de aportar medidas para la no repetición de estos desastres, las organizaciones proponemos lo siguiente:
- La ASEA debe transparentar sus reportes. Esto reducirá las inconsistencias entre comunicaciones fragmentadas y permitirá estimar el impacto de cada incidente.
- Se debe realizar una revisión de los protocolos de respuesta a derrames de PEMEX, ya que existen evidentes fallas graves en los mismos. En el caso de los desastres recientes, debe realizarse un deslinde de responsabilidades y sus correspondientes sanciones.
- Se debe contar con un plan de retiro de infraestructura obsoleta dentro del cual se priorice la seguridad y no las metas productivas.
La normalización de estos desastres que pretenden PEMEX y la ASEA lleva a la conclusión de que la situación es aún más grave de lo que parece. Queda presente el temor de que lo que hemos observado estas semanas es en realidad el modus operandi habitual de las petroleras de la región, lo que a su vez implica que el daño ambiental que se está perpetrando permanece deliberadamente oculto y sin remediar.
Señalamos con claridad que esta forma irresponsable de operación no es normal ni se debe minimizar. Considerando el derrame en junio de Balam Tango Bravo, la explosión de la plataforma Nohoch Alpha y el derrame de Balam Tango Alpha, este es el tercer desastre de gran escala en una misma zona por parte de PEMEX en unas cuantas semanas. Como sociedad civil, organizaciones y personas continuaremos observando y comunicando desde la convicción de que no hay proyecto energético que justifique el sacrificio de poblaciones y territorios.
Cronología del derrame:
5 de junio | 6 de julio | 7 de julio | 12 de julio |
Derrame de (~8 días) en Balam Tango Bravo | Derrame en Ek Balam-Tango Alpha |
Incendio Nohoch-A y derrame |
Continúa el derrame en Ek Balam A ininterrumpido |
Ni Pemex ni ASEA han dado información sobre este derrame. Potencialmente iniciado cerca del 1 de junio y de “crudo pesado”: la mancha es compacta y oscura. Parte del vertido puede encontrarse bajo superficie (no visible por el radar). |
Se detectan primeros indicios de
derrame en Ek Balam Tango Alpha el 4 de julio y de forma claramente visible
el 6 de julio. PEMEX confirma esta fecha como inicio de derrame en su comunicación del 26 de julio. | El incendio de la plataforma Nohoch A coincide con la continuación del derrame de Ek Balam A. No se presume correlación entre incidentes. No se han dado explicaciones claras de las causas del siniestro. | El vertido continúa sin control. Primera imagen de radar satelital. Medición aproximada de 400 km². |
17 de julio | 18 de julio | 19 de julio | 19 de julio |
Orgs. denuncian derrame con base en imágenes satelitales y de radar que muestran un vertido de 380 km². | PEMEX confirma el derrame, señala que cubre un área de .06 km² y afirma que ya se arregló la fuga. | El vertido continúa pese a las declaraciones de PEMEX. | Surgen denuncias ciudadanas de Campeche, Veracruz y Tamaulipas de petróleo en la playa. |
Más de 20 organizaciones denunciamos un derrame con punto de origen en la plataforma Balam Tango Alpha | El comunicado lejos de esclarecer la situación, es impreciso y ambiguo. | Imágenes satelitales muestran que el punto de vertido se sostiene con un derrame que continúa. | De manera independiente en redes sociales surgen denuncias ciudadanas con imágenes de afectaciones por crudo en playas y aguas cercanas a la costa. |
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24 de julio | 26 de julio | 27 de julio |
UNAM confirma derrame de 476 km² | PEMEX contradice su boletín del 18 de julio y afirma que tardaron 19 días en resolver la fuga. | PEMEX empieza a hablar de chapopoteras naturales sin vinculación alguna con los hechos. |
Nueva imagen de radar. El derrame tiene unos 80 km². Parte del hidrocarburo se ha disuelto, evaporado o migrado. La mancha migra en dirección oeste. El contraste con imágenes ópticas muestra un movimiento aproximado de 1 km/h. | En su más reciente comunicación, PEMEX contradice la información aportada posterior a la denuncia. | La distancia entre el punto de derrame de Balam A y las chapopoteras naturales de las que habla PEMEX es de 20 kilómetros. |