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La liberación de estas especies inició en Baja California donde hay una población de más de 30 ejemplares, de los cuales cinco nacieron en el Zoológico de Chapultepec

Integrarán tercera pareja reproductiva de Cóndor de California en Zoológico de San Juan de Aragón

La Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, informa la incorporación del Zoológico de San Juan de Aragón al Programa Institucional de Conservación por Especie (PICE), que permitirá tener una pareja reproductiva de Cóndor de California (Gymnogyps californianus) proveniente de Estados Unidos.

Este año se registraron dos nacimientos de Cóndor de California en el Zoológico de Chapultepec, uno ocurrió el 11 de enero y el otro el 14 de mayo

Fernando Gual Sill, director General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre, detalla que este año será habilitado el lugar para recibir en el Zoológico de San Juan de Aragón a una tercera pareja reproductiva de Cóndor de California (dos están en el Zoológico de Chapultepec) para que el próximo año estén físicamente en la capital y se inicie un proceso de reproducción y reintroducción de animales nacidos en cautiverio a vida libre.

“Ya se planteó, hay buena relación con Estados Unidos por este programa, muchos de nosotros nos hemos involucrado tanto en cautiverio como en vida libre, ya se planteó que se envíe una pareja reproductiva pero hasta no tener las instalaciones no se puede pedir formalmente el envío”, precisa Gual.

Este año se registraron dos nacimientos de Cóndor de California en el Zoológico de Chapultepec, uno ocurrió el 11 de enero y el otro el 14 de mayo. Hoy en día, el Zoológico de Chapultepec es el único en México que mantiene dos parejas reproductivas que han logrado tener siete crías, cinco de ellas ya se encuentran en la Sierra de San Pedro Mártir, que es la zona de liberación, las otras dos siguen en el Zoológico de Chapultepec.

Explica que hace unos años quedaron 27 cóndores en todo el mundo y que para los años 80 sólo quedaban unos cuantos ejemplares en Estados Unidos

“Es un gran logro de los zoológicos que reproduzcamos estas especies en grave peligro de extinción y se puedan reproducir y reintroducir, esto es parte de lo que conocemos como la conservación integrada: vincular los esfuerzos de conservación de la biodiversidad que se hacen dentro y fuera de su hábitat o de su rango de distribución natural”, señala Fernando Gual.

Explica que hace unos años quedaron 27 cóndores en todo el mundo y que para los años 80 sólo quedaban unos cuantos ejemplares en Estados Unidos. En México, entre 1930 y 1940 se registró el último avistamiento de Cóndor de California.

Gual Sill recuerda que el cautiverio resguarda a los animales y evita muchas de las amenazas que encuentran en vida libre, en este caso los depredadores pumas o linces en Baja California e incluso cables eléctricos

“Es una especie que compartimos Estados Unidos y México, hoy en día hay rastros de que habitó hasta Canadá, sin embargo la presencia del hombre provocó poco a poco la disminución de las poblaciones hasta quedar circunscrito solamente a una porción pequeña de California, en Estados Unidos. En 1980 se tomó la decisión histórica de capturar todos los que quedaban vivos en Estados Unidos porque en México ya no quedaba uno solo y con esos 27 animales iniciar la reproducción en cautiverio”, agrega Fernando Gual.

Comenta que la liberación de estas especies inició en Baja California donde hay una población de más de 30 ejemplares, de los cuales cinco nacieron en el Zoológico de Chapultepec, en cautiverio: “Hay biólogos de campo que se dedican todo el tiempo a monitorear a los Cóndor, actualmente están en proceso de enseñanza a cargo de un mentor adulto (también de la especie) que les enseña lo que llamamos la etiqueta del Cóndor, es decir cómo se comporta en sociedad. Ellos nacen con ciertos comportamientos instintivos pero otros comportamientos son aprendidos y se los enseñan los papás”.

Gual Sill recuerda que el cautiverio resguarda a los animales y evita muchas de las amenazas que encuentran en vida libre, en este caso los depredadores pumas o linces en Baja California e incluso cables eléctricos. También llegan a ingerir carne que puede tener balas de plomo, ésta es la principal causa de muerte en vida libre, así como la falta de disponibilidad de alimento.

“Es una población que se está adaptando a vida libre, que va creciendo y hay que ayudarles, esa es parte de la labor del equipo de campo del que dependen muchas de estas actividades para asegurar esa población a largo plazo”, destaca.