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En este informe se documentó que, por sus características, el proyecto de gasoducto “Puerta al Sureste” amenaza los ecosistemas arrecifales de Veracruz

ONGs alertan de convenio entre UV y TC Energy

Organizaciones de la sociedad civil expresamos nuestra preocupación porque la Universidad Veracruzana (UV) firmó un convenio de colaboración con Transportadora de Gas Natural de la Huasteca, de la empresa TC Energy, implicada en la construcción del gasoducto “Puerta al sureste”, que pone en riesgo ecosistemas arrecifales del Golfo de México.

ONG s alertan de convenio entre UV y TC Energy
El gobierno mexicano y, particularmente, las universidades públicas y las comunidades científicas no pueden hacer alianza con empresas que laceran la vida marina y violan reiteradamente los derechos de las personas más vulnerables a costa de su enriquecimiento

A través de un mensaje en sus redes sociales del pasado 7 de diciembre, la UV y la empresa TC Energy anunciaron la firma de un “convenio general de colaboración”. Esta alianza es preocupante porque existe evidencia de que TC Energy, a través del proyecto “Puerta al Sureste”, pone en riesgo la vida de cerca de 115 especies y más de 400 posibles ecosistemas arrecifales que antes no habían sido identificados en los alrededores de la zona donde se espera construir el ducto, como lo indica la investigación sobre el estado actual y las amenazas de los ecosistemas arrecifales mesofóticos de la costa norte y central del estado de Veracruz, que condujo Greenpeace México.

En este informe se documentó que, por sus características, el proyecto de gasoducto “Puerta al Sureste” amenaza los ecosistemas arrecifales de Veracruz, además de que acelera el cambio climático e incrementa nuestra dependencia energética de Estados Unidos. Pese a la evidencia científica, TC Energy ha negado o minimizado públicamente el impacto de sus actividades.

La comunidad académica y científica de las universidades públicas de este país no puede estar cooptada o al servicio de una industria que pone en riesgo los ecosistemas marinos y minimiza o niega estos impactos. TC Energy es una empresa que ha incumplido su responsabilidad de prevenir, hacer frente y reparar los impactos negativos que sus acciones tienen en el medio ambiente.

Este tipo de proyectos siguen fomentando un modelo que viola los derechos de las comunidades latinas e indígenas por donde pasan los ductos, como el territorio Gitxsan, las comunidades Tarahumaras, el municipio indígena de Pahuatlán y territorios otomíes, nahuas y totonacos.

El gobierno mexicano y, particularmente, las universidades públicas y las comunidades científicas no pueden hacer alianza con empresas que laceran la vida marina y violan reiteradamente los derechos de las personas más vulnerables a costa de su enriquecimiento.

Además, tanto la UV como la empresa TC Energy no han hecho públicos los fundamentos, acciones concretas y objetivos específicos de este convenio. La comunidad universitaria y el resto de la población tenemos derecho a conocer cada componente e implicaciones de estas colaboraciones. En el pasado, las organizaciones de la sociedad civil advertimos, cuestionamos y solicitamos vía Transparencia información sobre la posible vinculación de la UV con TC Energy pero la universidad negó que existiera alguna intención de trabajar con la industria. Es esencial que la UV, como institución pública mexicana, sea transparente con este tipo de colaboraciones.

Por todo esto, hacemos un llamado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) para que protejan formalmente los ecosistemas arrecifales veracruzanos a través de una declaración de Área Natural Protegida (ANP) que abarque a los arrecifes que están fuera de las ANPs de la zona, así como las áreas donde se ha identificado la potencial presencia de ecosistemas arrecifales no identificados anteriormente.

La influencia en nuestras universidades públicas de empresas con una trayectoria cuestionable en materia medioambiental como TC Energy nos revela la urgencia de garantizar la máxima protección a los arrecifes y ecosistemas marinos.

Es lamentable que la UV no haga eco de las preocupaciones de la ciudadanía, del movimiento ambientalista en México y de la comunidad científica que ha dejado claro que los nuevos proyectos fósiles no son compatibles con la meta de mantener la temperatura del planeta por debajo del 1.5°C.

También lamentamos que la UV prefiera hacer alianza con una empresa que niega o minimiza los graves daños ambientales que han tenido sus actividades en nuestros mares y en comunidades en diversos países.

Como lo vimos a través de las emergencias ambientales que experimentaron las poblaciones más vulnerables de México este año, el planeta no es compatible con nuevos proyectos fósiles. Exigimos la intervención urgente de las autoridades para evitar más daños al planeta.