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Mixar López nos presenta su primer libro, una historia que habla sobre la crudeza que se vive en las cárceles del país, donde el más rico se come al más pobre y donde la debilidad no puede ser una opción

Prosopopeya: una historia de castigo y redención

En tiempos de pandemia, cuando la población se ve obligada al encierro por el temor de ser contagiada por el nuevo coronavirus, un peculiar autor, Mixar López, irrumpe en el mundo de las letras con su primer libro: Prosopopeya.

Prosopopeya: una historia de castigo y redención
Prosopopeya. La voz del encierro, es una historia que sale de la vida real, pero que es aderezada con un tanto de ficción

La voz del encierro, una historia de confinamiento, donde el hombre no se recluye por voluntad propia, sino porque ese es su pago por haber sido parte del engranaje del narcotráfico, el cual lo llevó a vivir su propio infierno en el Cerezo de Uruapan, Michoacán, donde permaneció por diez años hasta cumplir su sentencia.

En Prosopopeya. La voz del encierro, Mixar López se enfrenta a sus demonios y nos presenta una serie de catorce crónicas carcelarias, en las que Mix; el protagonista –como se autonombra el autor–, conoció el rigor de la cárcel con todo su peso y a sus personajes, como: el Marcos, el reo que lo sacó del oscurantismo para guiarlo a la luz a través de la lectura de los grandes clásicos, y que  al final de cuentas, fueron su verdadera liberación.

Prosopopeya. La voz del encierro, es una historia que sale de la vida real, pero que es aderezada con un tanto de ficción, y cuya mezcla da como resultado una historia interesante, que revela un mundo desconocido para muchos y conocido, en toda su profundidad, por otros.

El prólogo está escrito por Luis Jorge Boone, quien en un inicio señala que: “en el país que es famoso no solo por producir al delincuente que no solo aparece en las listas de los hombres más ricos del mundo, sino que logró fugarse con bombo y platillo dos veces de la justicia nacional, los penales reportan más evasiones que limones el limonero, el encierro no logra el efecto de la reintegración social como lo dicta la utopía en uso –agonizante, por otro lado, desde el momento mismo de su concepción–, sino que alimenta los rencores y ofrece una pista de comandos inigualable a la paciencia del condenado”.

Este texto también está salpicado de los grandes personajes del rock, por lo que Boone también tiene la oportunidad de hacer un juego de palabras en este sentido y señalar que  “no es simpatía por el diablo, sino que el diablo tiene buenos argumentos y los sabe acomodar en buena prosa».

De estas líneas salieron las imágenes que alimentaron la imaginación del ilustrador, Óscar Carmona, quien complementó cada una de las crónicas con un dibujo alusivo al mismo Diablo y que anuncian el inicio de cada capítulo. Carmona da un plus a la historia a través de sus imágenes, las cuales son presentadas como si se tratara de tatuajes carcelarios.

La edición de este libro es un trabajo de la Editorial Gato Blanco, dirigida por José Bernal. Prosopopeya. La voz del encierro, ya está a la venta a través de Amazon..

Actualmente, Mixar López vive en Estados Unidos. Su gusto y facilidad por las letras lo han llevado a publicar más de 300 artículos en diversas publicaciones mexicanas y estadounidenses.