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La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País celebran la decisión del órgano judicial

Histórica resolución de SCJN en defensa del maíz nativo

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha decidido proteger los maíces nativos mexicanos, base de nuestra alimentación y nuestra cultura. La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País celebra esta decisión.

Histórica resolución de SCJN en defensa del maíz nativo
Esta decisión tomada por la SCJN va en concordancia con el decreto presidencial del 31 de diciembre del 2020 que prohíbe el cultivo y consumo de maíz transgénico

Tras ocho años de quepersonas científicas, campesinas y organizaciones defensoras de derechos humanos y ambientales presentaron unaDemanda Colectiva para impedir la siembra de maíz transgénico en nuestro país, cuna de este grano, las y los Ministros de la Corte ratifican la medida precautoria para mantener la suspensión de siembra de maíz genéticamente modificado (GM) ordenada por diez Tribunales Federales.

Al mantener la medida precautoria se protege el medio ambiente, la salud de las personas, la biodiversidad y la gran diversidad de maíces nativos.

Esta decisión tomada por la SCJN va en concordancia con el decreto presidencial del 31 de diciembre del 2020 que prohíbe el cultivo y consumo de maíz transgénico así como  la sustitución progresiva del glifosato para su eliminación total en 2024.

Reiteramos la peligrosidad del maíz transgénico y su paquete tecnológico asociado que incluye al herbicida glifosato considerado como probable cancerígeno por la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esperamos que este sea un claro mensaje para quienes pretenden evadir con amparos el cumplimiento del decreto presidencial que prohíbe definitivamente la siembra de maíz transgénico y el uso de glifosato para el 2024. La defensa de nuestro derecho a un medio ambiente sano, a la salud y a una alimentación nutritiva, de calidad y culturalmente adecuada, libre de transgénicos y agrotóxicos, deben estar por encima de los intereses de las corporaciones agroindustriales.