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Incorporando plantas nativas, estaremos transformando a nuestros espacios en verdaderos refugios de biodiversidad

Si quiero cambiar el mundo: empiezo por mi jardín

Este año comenzó de una manera distinta a cualquier otro que nos hubiésemos podido imaginar, obligándonos a quedarnos en nuestros hogares, para cuidarnos. Para la mayoría esto resultó algo inquietante, quizás difícil de tolerar y para los que tenemos la suerte de contar con un jardín o un parque, se nos ha hecho mucho más llevadero.

Si quiero cambiar el mundo: empiezo por mi jardín
Además la huerta será un motivo para pasar tiempo al aire libre, con nuestra familia

Estos espacios han colaborado con nuestra salud en todo sentido, pero sobre todo, creo no estar equivocada en remarcar su ayuda en la preservación de la salud mental de quienes los podemos disfrutar.

Estas líneas pretenden reflexionar sobre todos los aspectos que podemos mejorar de nuestros espacios verdes para que sean verdaderos refugios en momentos de incertidumbre y para comenzar a plasmar en el terreno, esos cambios que nuestras comunidades necesitan.

Parafraseando a Galeano “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo” y me permito agregar que estos cambios podemos hacerlos con nuestras propias manos ya sea desde un gran parque, un patio e incluso un pequeño balcón. Solo hace falta pensar en que aspectos queremos mejorar, por ejemplo, si nos preocupa la provisión de alimentos saludables podemos iniciar una pequeña huerta, si nos sensibiliza el cuidado del ambiente, podemos incorporar plantas nativas.

A continuación brindaremos algunas posibilidades para enriquecer nuestros jardines y nuestras vidas

Plantas que nos alimenten (frutales y huertas): Dedicar parte de nuestro jardín a colocar plantas frutales y huertos debería ser un objetivo ineludible, más allá del espacio que dispongamos. Producir lo que realmente consumimos, de manera saludable (sin agrotóxicos) junto con la frescura de lo obtenido y su economía, deberían ser conceptos que nos animen. Además la huerta será un motivo para pasar tiempo al aire libre, con nuestra familia, compartiendo una actividad relajante y motivadora, generando la posibilidad de intercambiar parte de nuestra producción con vecinos y familiares.

Preservación de plantas y fauna: Incorporando plantas nativas, estaremos transformando a nuestros espacios en verdaderos refugios de biodiversidad, ya que las mismas atraen a distintas especies animales que harán de nuestros jardines lugares llenos de vida, ayudando a preservarlos. Pájaros, mariposas, mariquitas y muchas otras formas de vida se verán atraídas por este tipo de vegetación, aportando la alegría que produce el poder contemplar el vuelo de una mariposa o deleitarnos con el canto de las aves.

Plantas medicinales: Tradicionalmente nuestros abuelos solían cultivar plantas que los ayudaban a solucionar dolencias leves y esta costumbre se fue perdiendo junto con esas especies. Investigar sobre estas plantas e incorporarlas a nuestros jardines es una práctica que está cobrando muchos adeptos en estos tiempos.

Si quiero cambiar el mundo: empiezo por mi jardín
Tradicionalmente nuestros abuelos solían cultivar plantas que los ayudaban a solucionar dolencias leves y esta costumbre se fue perdiendo junto con esas especies

Reducción de residuos: Iniciarnos en el tema del reciclado es algo necesario y sencillo. Podemos comenzar por realizar un compost con los residuos del mismo jardín y los de la cocina. Abundan en la web tutoriales de como producir un abono de calidad para nuestras plantas utilizando todos los residuos orgánicos que generamos, esto tendrá un impacto positivo en nuestra economía y en nuestras comunidades.

Cuidarnos y proteger la naturaleza “desde casa”, es todo un desafío y quizás una enseñanza positiva para seguir trabajando en post de un mundo mejor, cuando este momento sea tan solo un inquietante recuerdo.

Ecoportal.net

Revista N°06 de Camino Libre
Para colaborar: https://linktr.ee/caminolibre